sábado, 1 de octubre de 2011

Meteora

Este post es el primero de una serie sobre el viaje a Grecia que hice en Marzo de este año, en el que, como podréis ver en las fotos, tuvimos la suerte de ver Grecia nevada, hecho insólito (está a la misma latitud que Almería).

Empiezo hablando de Meteora, que poco tiene que ver con las ruinas de templos de la Grecia clásica que nos vienen a la mente cuando pensamos en este país.

Este maravilloso lugar, único en el mundo, y patrimonio de la humanidad, se encuentra en el extremo noroeste de la llanura de Tesalia, cerca de la ciudad de Kalambaka. Su nombre en griego, Μετέωρα, significa caído del cielo, aunque en realidad parece que esta peculiar formación rocosa es el resultado de la acción de un río que desembocaba en el mar que cubría la actual llanura.

Lo primero que te preguntas en al llegar a Meteora es a qué se debe esa concentración de monasterios (llegaron a ser 23) en una zona de tan difícil acceso. En un principio (s. X), muchos eremitas decidieron instalarse en estas rocas para estar más próximos a Dios y alejarse del mundo, pero sus obligaciones religiosas exigían una liturgia eclesiástica, de ahí que se construyera el primero de estos monasterios, el convento de Doupiniani.

Actualmente quedan en pie 7 monasterios, que parecen nacer directamente de la roca: Monasterio de Varlaam, el Gran Meteoro, de San Esteban, Monasterio de San Nicolás de Anapausa, de Rousanou, de la Santísima Trinidad, y Monasterio de Ipapantis(éste permanece cerrado al público).

Algo que me llamó la atención es que los monjes cristianos ortodoxos que habitan estos templos son laicos, sólo es necesario que haya un sacerdote en cada uno para llevar a cabo la liturgia.

La entrada cuesta entre 1 y 2 euros. Para poder entrar hay que vestir “decorosamente”, esto es, los hombres con pantalón largo, y las mujeres con falda larga, tal como exige la religión cristiana ortodoxa, pero no es necesario llevar la falda, ya que a la entrada tienen una amplia colección de ellas.

Sólo voy a hablar de los dos monasterios que visitamos, el Gran Meteoro, y el de Rousanou (o Santa Bárbara).

El Gran Meteoro, como su nombre indica, es el más grande de todos, y además, el que se encuentra a mayor altitud, pero no os preocupéis, que no hay que subir muchas escaleras. Antiguamente los monjes tenían que subir mediante escaleras de viento, y los visitantes tenían la “suerte” de subir en una red con la ayuda de una polea, viaje que duraba sobre media hora, en la que permanecían colgados en el vacío. Actualmente la red se sigue utilizando para transportar alimentos.

No se puede visitar todo el monasterio, pero sí la bonita iglesia bizantina, a la que merece la pena dedicarle un buen rato, la antigua cocina, el comedor.

El monasterio de Rousanou está habitado por mujeres, es pequeño, pero tiene también una iglesia bizantina, y unas maravillosas vistas. Destacar que en este monasterio se puede comprar la mejor guía de las Meteoras en español (recomendada por nuestro fantástico guía).

Como curiosidad, decir que este lugar se hizo famoso porque en una película de James Bond aparece el monasterio de la Santísima Trinidad; además Meteora es el título de un disco de Linkin Park, al que bautizaron así tras haber visitado este impactante lugar.