Dada la importancia y la transcendencia de la noticia me puse a buscar datos e información sobre que se gana y se pierde con esta bajada del limite de velocidad, me
sorprendió mucho los datos que consiguieron en este
enlace y en los que se basa este post.
Pura realidad:
Dicen que el objetivo es reducir el consumo de gasolina en un 10-15%. Esto suena a milagro más que a realidad.
Según las curvas del
Institut für Wirtschaftpolitik und Wirtschaftsforschung (
IWW), de la Universidad
Karlsruhe, el coste de operación de un vehículo ligero a 120 km/h es de 0.1225€/km, y a 110km/h es de 0.1169€/km. Bueno, esto en mi pueblo es una reducción del 4.6%. Todavía no está perdida la batalla, pues otra de las medidas que toman es reducir ligeramente las tarifas de trenes, con lo que supongo que quieren que la gente deje de usar el coche para pasarse al tren. Para hacer un
cáculo a
grosso modo de los resultados de esto, podemos suponer una elasticidad de 0.5 entre el tráfico y el tiempo de viaje Esto quiere decir que si bajamos la velocidad un 10%, el tráfico bajará un 5%, la mitad. Puesto que estamos bajando la velocidad un 8.3%, podemos suponer que el tráfico se reducirá un 4.15%. Así que juntando el ahorro por que se consume menos al ir más despacio y el ahorro porque la gente deja el coche, podemos juntar hasta un 9%. Bueno, no es el 15% que decían.
Ahora viene la otra parte. Al ir más despacio, se tarda más. Y el tiempo es dinero. Vamos a suponer un valor por persona de 9€/h, que es más o menos lo que propone
HEATCO (que fija más o menos los estándares europeos) para
commuters en España. Horas de viaje es productividad perdida, al fin y al cabo. Bueno, a lo que vamos. En un trayecto de 100km (por poner un ejemplo, que hace más
facil entender esto), si vamos a 110 en vez de a 120, perdemos unos 4:30 minutos. Esto quiere decir que, a 9€/h, 4:30 minutos, salen 0.68€ perdidos.
Ahora tendremos que comparar, porque ganamos en gasolina, pero perdemos en tiempo. Hemos dicho que
ganabamos como un 9% en gasolina. Eso, en el trayecto de 100km que nos hemos inventado, es, suponiendo unos generosos 8 litros de gasolina a los 100km, el 9% de 8, que es 0.72 litros.
Direis, bueno, a 1.5€/litro, ni tan mal, al final estoy ahorrando algo. Pero ojo, porque del precio de la gasolina son casi todo impuestos, y los impuestos no son un beneficio ni un coste para nadie, son una transferencia del bolsillo particular al bolsillo comunal, pero nada más. Igual esto cuesta entenderlo si no sabes un poco de economía, pero
creedme, los impuestos no son un coste, son una transferencia, porque hacienda somos todos. Son un coste para cada persona, pero no cuestan nada a la sociedad.
En realidad, el precio de la gasolina sin impuestos es de unos 0.65€/litro en
españa, hoy en día. Así que lo que ahorramos es 0.72 litros, a 0.65€ por litro, 0.47€.

Pues si ahorramos 0.47€ en gasolina, pero perdemos 0.68€ en tiempo, no parece que salga la jugada muy bien. Y es que,
joder, si estamos
gastandonos la tela en autovías para poder ir rápido (a 120km/h), es porque compensa, porque se ahorra. No se ahorra nada limitando a 110km/h, porque por esa lógica, casi mejor las ponemos a 50km/h.
Y antes de que venga el típico
listillo a decir que lo suban a 130km/h, dos cosas. Primero, las carreteras están pensadas para ir a 120km/h, si decidimos pensarlas para ir a 130km/h a partir de ahora, muy bien, pero las carreteras se diseñan teniendo en cuenta la velocidad, y a 130km/h por carreteras diseñadas para ir a 120km/h aumenta un tanto la
accidentalidad. Y segundo, la curva de consumo no es lineal. A 130km/h se consume bastante más que a 120km/h, y cuanto más tiramos para arriba, más rápido suben los consumos, así que deja de compensar el tiempo con el gasto extra de gasolina bastante rápido.
Chapuzadas:
Es más barato incentivar el ahorro energético que la producción en renovables.
Según los cálculos del Ministerio de Fomento, será necesario cambiar unas 6.000 señales, que no supondrán un coste de más de 250.000 euros. "Tan solo hay que ponerles una pegatina", han explicado fuentes de Fomento.
Contaminacion:
Para empezar, se suele razonar que a menor velocidad, menor será el consumo de carburante; y, por tanto, menor será la
contaminación que saldrá del tubo de escape. Sin embargo, la realidad es más complicada, pues la reducción del consumo por kilómetro no se produce de forma lineal con la velocidad
La resistencia aerodinámica de un coche es proporcional al cuadrado de su velocidad. Esto significa que,
efectivamente, el consumo de carburante será muy alto a 120 kilómetros por hora y descenderá de forma
considerable si se levanta el pie del acelerador. Esto se cumple para las velocidades más altas, cuando se baja al rango de entre los 100 y los 70 km/h.
En velocidades entre 70 y 50 km/h el cambio en el gasto de carburante no suele resultar tan importante (dependerá en parte del peso del vehículo). Sin embargo, cuando la aguja del
velocímetro pasa a velocidades muy bajas (por debajo de 40 km/h), el consumo por kilómetro puede volver a subir. “A velocidades muy bajas el rendimiento del motor es más bajo”, el consumo a estas velocidades dependerá también de cada coche y de la forma en que se mida. “En un coche pequeño no va a
notarse tanto como con un motor grande, pero si conduces un
Porsche a 20 km/h, el consumo va a aumentar mucho”.
Por otro lado, no todos los contaminantes que salen de un tubo de escape están relacionados con el consumo de carburante del vehículo. Esto sí ocurre con el CO2, un gas inocuo si se respira, cuyo impacto negativo se produce en la atmósfera (pues su exceso de concentración está alterando el clima). Pero no con otras emisiones que pueden resultar dañinas cuando se inhalan en la calle, como las de NOx o las partículas, que dependen de otros factores, como la combustión en el motor o el catalizador y el tipo de carburante que se utilice (siendo más difíciles de reducir en coches diesel). Como detalla el investigador belga, las de NOx aumentan con la temperatura en el motor (que hacen reaccionar el Nitrógeno y el Oxígeno del aire), lo que sí suele ocurrir con velocidades más rápidas. Sin embargo, las partículas pueden aumentar justamente al reducir la velocidad, por una peor combustión a temperaturas más bajas, o en el extremo contrario, al aumentar mucho la carga del motor.
Los beneficios de reducir la velocidad en Europa están claros en vías rápidas (al bajar de 90 a 80
kmh/h), pero no tanto en el interior de las ciudades
cuado se obliga a circular a velocidades muy bajas. El poner una señal de tráfico con un límite de velocidad a 30 en las calles está bien por otras ventajas para la seguridad o para la movilidad, pero puede suponer que algunos coches incluso contaminen más